Por Clarece Yindú.
Ramos Mejía, punto de partida de mi estadía en Argentina, es una ciudad que goza de una particularidad espectacular y única. Excelente ubicación en algunos minutos de la Capital Federal, la casa de mi familia está situada en un barrio apacible a proximidad de los comercios y varias diversiones. Está también cerca de la estación de tren y de los numerosos colectivos que rodean la ciudad.
Vivir con una familia argentina constituía una experiencia primordial para mí con el fin de familiarizarme con las costumbres del país y sobre todo mejorar mi nivel de lengua.
Una vez llegada en Argentina, conocí a mi nueva familia compuesta de una pareja y de sus dos niños. Era una familia cálida y generosa que me acogió con brazos abiertos.
Para conservar mi intimidad y mi independencia, mi familia me ofreció una habitación amplia y luminosa con toda comodidad. La habitación constaba de muebles modernos y yo disponía de un cuarto de baño propio fuera de mi habitación.
Disfruté de una televisión con cable para acostumbrarme con los programas locales y del mundo entero. Yo tenía también a mi disposición una heladera para conservar al fresco mis alimentos y una cocina. Además, la habitación disponía de varios armarios y espacios para ordenar mis asuntos así como varios equipamientos.
Mi nueva familia hizo lo necesario para que me sienta como si fuera en mi casa. La gentileza de esta familia me emocionó mucho porque el ambiente en casa fue muy agradable.
En resumen, mi casa en Buenos Aires me permite vivir una experiencia increíble e inolvidable dentro de una familia argentina. Conocí más las costumbres locales y todo respondió a mis esperanzas.
Ramos Mejía, punto de partida de mi estadía en Argentina, es una ciudad que goza de una particularidad espectacular y única. Excelente ubicación en algunos minutos de la Capital Federal, la casa de mi familia está situada en un barrio apacible a proximidad de los comercios y varias diversiones. Está también cerca de la estación de tren y de los numerosos colectivos que rodean la ciudad.
Vivir con una familia argentina constituía una experiencia primordial para mí con el fin de familiarizarme con las costumbres del país y sobre todo mejorar mi nivel de lengua.
Una vez llegada en Argentina, conocí a mi nueva familia compuesta de una pareja y de sus dos niños. Era una familia cálida y generosa que me acogió con brazos abiertos.
Para conservar mi intimidad y mi independencia, mi familia me ofreció una habitación amplia y luminosa con toda comodidad. La habitación constaba de muebles modernos y yo disponía de un cuarto de baño propio fuera de mi habitación.
Disfruté de una televisión con cable para acostumbrarme con los programas locales y del mundo entero. Yo tenía también a mi disposición una heladera para conservar al fresco mis alimentos y una cocina. Además, la habitación disponía de varios armarios y espacios para ordenar mis asuntos así como varios equipamientos.
Mi nueva familia hizo lo necesario para que me sienta como si fuera en mi casa. La gentileza de esta familia me emocionó mucho porque el ambiente en casa fue muy agradable.
En resumen, mi casa en Buenos Aires me permite vivir una experiencia increíble e inolvidable dentro de una familia argentina. Conocí más las costumbres locales y todo respondió a mis esperanzas.
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